No sabía cómo comenzar a escribir este post cuando por
coincidencia me topé con esta joya de video que muestra un pensamiento de vida del expresidente de Uruguay José Mujica en tan sólo 47 segundos:
47 Seconds of Wisdom from José Mujica
Posted by Gumbi Ortiz on Domingo, 13 de septiembre de 2015
Y es que es cierto, el título de esta publicación no es casual, hay quienes saben "sobre vivir" y hay quienes sólo saben "sobrevivir".
Permítanme contarles un poco más:
Hace algunas semanas me encontraba trabajando como redactor
publicitario para una agencia, un oficio que he aprendido a realizar
eficientemente, y del cual puedo decir que soy hasta cierto punto “bueno”,
“rápido” y “certero”. Para quienes no lo sepan, se trata de crear contenido
para que las marcas puedan llegar a las personas que les interesa, e implica la
redacción creativa de frases, guiones, manuales y demás documentos escritos que
definan identidades e ideas para públicos objetivos (internos y externos a las
organizaciones).
Trabajaba, sí, tenía un sueldo, sí, buenos compañeros, sí. Pero
no era feliz. No estaba siendo leal y sincero conmigo mismo. No despertaba
todas las mañanas con el afán de vivir un nuevo y maravilloso día.
Y lo más nefasto de todo es que yo sabía qué me faltaba.
Sabía de qué adolecía mi mente, corazón y espíritu. Y sin embargo ahí seguía,
como lo dice el video: siendo un autómata y cautivo del sistema vigente de
cosas que te lleva a “inventar necesidades” para las cuales requieres tiempo de
vida para obtener los medios suficientes para satisfacer esas fantasías.
Tuvo que pasar algo para abrir los ojos, para que tomara la
osadía de acción que mi intuición me había indicado como correcta desde un
principio. Me sucedió una serie de hechos: un día me robaron, y al día
siguiente también, y pocos días más tarde igualmente. Lo que estaba experimentando
era el reflejo de lo mal que estaba llevando mi vida. De lo pobre que era yo en
la “riqueza de la estabilidad laboral”.
Así que tomé acción y renuncié. Por fin. Era libre. Era yo. Podía volar.
Y aquí estoy. El día de hoy emprendo una nueva aventura, un
nuevo amanecer que hace que mi corazón lata fuerte sabiendo que todo lo que
viva, bueno o malo, es por mi libre albedrío, por mi capacidad de determinar dónde
quiero despertar, qué quiero hacer, qué caminos deseo descubrir; por qué, cómo,
cuándo y con quién voy a sonreír.
Es momento de amar. Es el tiempo de abrir el corazón y dejar
entrar todas las esencias del mundo. Es el punto de partida de mi aspiración a
contar, escribir y dibujar todas las historias que hay frente a mí.
Sí. Estoy feliz. Me siento pleno. No tengo miedo. Hay en mis
ojos una mirada sincera y alegre hacia el mundo y hacia los demás. Todos son
mis hermanos, yo soy el universo y Dios es en mí. Eso, queridos amigos, es
vivir.
La última vez que te ví ya ni pudimos platicar bien. Pero mis más sinceros buenos deseos para ti; te felicito por la desición que acabas de tomar, hace poco tiempo me pasó algo similar. Deseo que tu vida esté llena de enriquecimiento personal y de personas que aporten cuestiones positivas a tu entorno. Enhorabuena y a darle pa´adelante Dario.
ResponderEliminar