Sin sal
Por Darío Jurado
Los humanos se dieron cuenta del gran error que habían
cometido al abusar de la sal, así que decidieron retirar los saleros de todas
las mesas.
Los más contentos fueron los habitantes de Sodoma y Gomorra,
que al fin pudieron ver sus tierras liberadas de la explotación para comenzar a
venerar a sus ancestros, convertidos en estatuas de sal muchos años atrás.
Jajaja, más que un cuento parece chiste cruel...
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