Marzo: el mes en el que nacieron todas las flores ¡felicidades má!

viernes, 12 de diciembre de 2014

¡Gulp! Ella traga y yo escribo

Ya es diciembre (¡qué rápido!), y aquí estoy otra vez... Sí, ya sé que son cinco personas quienes me leen, y sí, ya sé que cada vez que escribo prometo comenzar a hacerlo constantemente. Tal vez es algo en mí, no sé, algo profundo, ya saben, lo que los amantes de los conceptos llamarían “vacío creativo”, o tal vez, sólo tal vez, sea la pura desidia. Lo uno o lo otro, aquí andamos y con un tema interesante (espero). No se preocupen, lo de hoy tiene que ver con sexo, sexo, sexo.

En esta ocasión el detonante inspirador fue un articulillo muy simpático que pueden encontrar aquí, una de esas narrativas ligeras que pululan en la red y que encuentras picando aquí y pinchando allá (haciendo clics pues); el tema, uno muy simple, la crónica de la primera vez que la articulista se echó “su lechita y a dormir”, o sea, tragó semen. Así, sencillo, un asunto que ya no es tabú (ni siquiera en Latinoamérica), y que si bien no se toca en la mesa familiar, sí es de conocimiento general para todos los que estamos en edad de merecer.


La autora usa seiscientos ochenta palabras para ubicarnos alrededor de una mesa en la que el tema de conversación estriba en confesarse como una de las mujeres que no lo ha hecho nunca, y el cómo las risas y respuestas de sus amigos la llevan a enfrentar sus temores y “embucharse” un líquido que jamás pensó que entraría en su dieta. El artículo está bien escrito y nos lleva de la ¿mano? (risita) casi como si estuviéramos ahí; los que se dedican a redactar este tipo de escritos light saben que el secreto está en incluir las suficientes pistas sobre el narrador (el mismo autor) que te llevan a considerarlo un personaje empático, alguien muy cercano a ti o aun tú mismo. Al final se trata de estimular el clítoris del “ese pude ser yo” o “a mí me pasó lo mismo”.

Tal vez de eso se trata escribir en blogs, de contar anécdotas de lo que te sucede, sin más ni menos, la pura vivencia aderezada con los tintes cómicos de la propia vida. Yo mismo tengo mucho que contar (aclaro que no de atragantamientos de líquidos viscosos). Así como ella, así como ustedes, he sido partícipe de muchos momentos que si se quiere pueden ser chuscos: la primera vez que vi una vagina de verdad, o la primera vez que intenté introducir algo en una, o la primera vez que cerré los ojos y no supe lo que probé, o la primera vez que la vi tan bonita que le susurré cosas al ¿oído? (risita 2), blablablá, me captan la idea.

Mi país, México, está ahogado en noticias, propaganda e información cruenta. Amanecemos y dormimos en medio del caos, la violencia y la muerte. Creo que es en estos momentos coyunturales cuando las personas están más ávidas de consumir algo distinto, algo que los saque de lo que ahora es su rutina informativa. Nótese que no estoy en contra de leer o producir estos contenidos, simplemente creo que ésta, hoy en día, es una gran oportunidad para decir otras cosas. Llámenlo evadirse si así lo quieren.

Entonces les propongo a mis cinco lectores que me digan de qué quieren que trate mi próximo post, les propondré tres temas (uno más morboso que el otro en el espíritu del artículo que inspiró mi vuelta al “creativity mood” y alejándome de los temas soft de los que siempre escribo). Aquí van:


  1.  “Soy tu amigo fiel”. Anécdotas de un hombre que cría mejores amigas solamente para verlas partir con tipos generalmente peores que él mismo.
  2.  “¿Estoy dentro? La historia de mi primera vez”. El setup, la bajada de calzones y los pensamientos que rondan la cabeza del hombre virgen antes de penetrar a una mujer por vez primera.  
  3. “¡Chúpame! (es una orden)”. ¿Qué debe hacer un hombre cuando le piden sexo oral y no quiere o no se le antoja? ¿Llorar? ¿Rezar? ¿Visualizar su memoria más grata?

Ya ven que los hombres también tenemos nuestro corazoncito, no sólo se trata de ustedes mujeres, ¡oigan! Tal vez ese sea mi nicho. No sé si sea mi idea solamente, pero hay muchas mujeres (y pocos hombres) tratando estos temas, y quienes lo hacen (al menos los que yo he leído), normalmente lo tratan desde un punto de vista sexual, menos inocente y en forma poco jovial. Mmmmm (sonido de clic de foco prendido).

Pues bien, la votación pueden hacérmela llegar por Facebook, Twitter o aquí (en los comentarios), tan pronto como sume cinco votos, comenzaré a escribir la historia de su elección.

¡A darle con todo este fin de año! Les deseo muy felices atragantamientos.

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