El loco
Esta es la historia de un loco. Ya saben ustedes, un loco de
esos que abren el corazón cada vez que escuchan el canto de un ave. Yo estaba contemplando
sus entrañas cuando ambos observamos a una mujer. Etérea y azul, tal vez más
bien turquesa pálida. Inmediatamente retrocedimos, porque como es bien conocido, las
mujeres ya no existen. Esa fue la última vez que vimos a una.
...
El canto del ave reverbera en el ambiente. No sé si me
recuerda el tiempo en que yo era mujer, y esa mujer era un hombre. La melodía es envolvente, suave,
con un atisbo de melancolía de recuerdos que fueron y a la vez no existieron. El
corazón del loco sigue expuesto, sus ojos entornados me hacen pensar que aquello
también le recuerda otra época.
Ya saben ustedes cómo era en ese entonces. Hermoso, realmente
hermoso, como un desierto de agua frente a un mar de arena. Ahora
los muertos esperamos que ellas vuelvan para verlas, así, azules, tal vez más bien turquesa
pálida. Y escucharlas, oírlas decir nuestros nombres, el mío, el del loco, un susurro,
apenas un suspiro que encienda estos corazones rotos.
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